La gangrena del periné es una afección infrecuente que se debe a la infección de los tejidos blandos por gérmenes aerobios y/o anaerobios que evoluciona bruscamente hacia la celulitis y la fascitis necrosante. Fournier, en 1884, la describió en su forma idiopática aunque generalmente se desarrolla a partir de una lesión supurada urogenital, anorrectal o cutánea. A partir de su diagnóstico, el tratamiento debe instaurarse con extrema urgencia, incluidas medidas de reanimación y antibioticoterapia probabilista intravenosa, que se adapta de acuerdo con los datos de las muestras. El tratamiento quirúrgico debe realizarse lo antes posible. Consta de intervenciones quirúrgicas iterativas para escisiones, desbridamientos y drenaje, una colostomía de entrada en los casos graves o cuando el origen es coloproctológico y, raramente, derivación urinaria. Mientras que el interés de la oxigenoterapia hiperbárica resulta discutible, existe consenso sobre la utilidad de las curaciones con vendajes que incluyen un sistema aspirativo, ya que actualmente permiten un tratamiento cómodo y aceleran el proceso de cicatrización.