El tratamiento quirúrgico de la isquemia digestiva se basa en un conocimiento adecuado de la fisiopatología de la isquemia mesentérica, del tratamiento quirúrgico urgente, de la necrosis digestiva y de las técnicas clásicas de revascularización (trombectomías, endarterectomías y derivaciones), así como en la angioplastia con colocación de endoprótesis en las arterias viscerales, cuyas indicaciones son cada vez más frecuentes. Los progresos de las pruebas de imagen han permitido definir mejor las lesiones accesibles a un tratamiento etiológico, incluso en las situaciones urgentes. De forma paralela, los avances en cirugía digestiva y el papel del gastroenterólogo han participado en la mejora de la estrategia terapéutica.