El tratamiento de las lesiones por arma de fuego ha de respetar unas reglas específicas y precisas que deben conocerse, porque difieren de la traumatología habitual. Estas lesiones pertenecían exclusivamente a la medicina militar, pero el terrorismo y la delincuencia han hecho que se conviertan en «universales». Por tanto, cualquier médico puede verse confrontado a ellas. Se debe realizar una búsqueda y un análisis rigurosos de los orificios de los proyectiles para comprender el trayecto lesional. El desbridamiento es la etapa esencial del tratamiento quirúrgico. Permite combatir eficazmente la infección, que está presente en todos los casos. El concepto de control lesional en ortopedia debe consistir en un tratamiento secuencial. El fijador externo sigue siendo el método de estabilización ósea principal. Sin embargo, en ocasiones se puede utilizar la osteosíntesis interna secundaria precoz. El cierre cutáneo siempre se realiza de forma diferida, pero debe ser precoz. A menudo se requieren procedimientos de cobertura, sobre todo mediante colgajos. La reparación vascular debe efectuarse de urgencia. Por tanto, es necesario poseer unas competencias extensas. A pesar de los progresos realizados, las secuelas siguen siendo a menudo importantes.