La cirugía de reasignación genital se realiza en pacientes transexuales en el marco de un protocolo multidisciplinario especializado en el que intervienen psiquiatras, psicólogos, endocrinólogos y cirujanos. La transformación quirúrgica genital se produce después de un seguimiento psiquiátrico y de una terapia hormonal, así como, por lo general, después de la mastectomía, la histerectomía y la anexectomía. La evolución de las técnicas quirúrgicas ha permitido crear órganos masculinos cada vez más parecidos y funcionales. La técnica más sofisticada es la faloplastia mediante colgajo radial antebraquial, que permite realizar una uretra que desemboca en el extremo del glande, y la colocación de implantes de pene. El procedimiento de faloplastia por colgajo radial antebraquial no está desprovisto de complicaciones, en particular urológicas a nivel de la anastomosis uretral. La faloplastia mediante colgajo anterolateral de musculo pediculado es una alternativa para los pacientes que no deseen secuelas cicatriciales en el antebrazo o una reconstrucción de la uretra.