El diagnóstico de dolor en el pie del niño pequeño forma parte de un enfoque global, basado inicialmente en una exploración física local y general cuidadosa. La manera como el recién nacido y el niño expresan el dolor, a través de su comportamiento, puede resultar engañosa. La sistemática diagnóstica debe basarse en la anamnesis del entorno y, a continuación, en pruebas complementarias sencillas y accesibles en urgencias: búsqueda de un posible síndrome inflamatorio biológico, pruebas de imagen como radiografías o ecografías. Aparte de un contexto traumático sugestivo, el enfoque debe centrarse en descartar, en primer lugar, una etiología infecciosa, que constituye una urgencia diagnóstica y terapéutica. La radiografía es la exploración de primera línea, independientemente de la edad. La ecografía, aunque reservada para equipos adiestrados, desempeña un papel fundamental para localizar la lesión. La resonancia magnética permite el diagnóstico precoz de la osteoartritis, gracias a su capacidad para detectar precozmente el edema óseo. No debe, sin embargo, retrasar el tratamiento y la instauración de una antibioticoterapia intravenosa.