Las fracturas de la columna toracolumbar son lesiones frecuentes con consecuencias potencialmente graves, que requieren un tratamiento rápido y adecuado. El conocimiento de los elementos anatómicos de la estabilidad raquídea, el análisis de los mecanismos de las lesiones y un estudio por imagen adecuado son requisitos previos esenciales para la decisión terapéutica. Las diferentes clasificaciones de las fracturas de la columna toracolumbar se utilizan para determinar los criterios de inestabilidad de las lesiones y, por lo tanto, su potencial evolutivo. Así, dependiendo del tipo de fractura y de su evolución previsible, se puede elegir entre el tratamiento ortopédico o, por el contrario, el tratamiento quirúrgico de la lesión. Existen, por lo tanto, múltiples modalidades terapéuticas, y el punto fundamental sigue siendo la evaluación inicial de la lesión desde el punto de vista clínico y de las pruebas complementarias con la evaluación de las lesiones óseas y discoligamentosas anteriores y posteriores, con el fin de obtener un análisis lesional preciso que conduzca al tratamiento más adecuado.