El cáncer de próstata (CaP) es el cáncer más común en los varones y la tercera causa de muerte por cáncer. Sin embargo, su enfoque diagnóstico ha cambiado en los últimos años, con un impacto epidemiológico evidente (menor número de biopsias, reducción de la mortalidad). Existe la controversia sobre la detección del CaP por el antígeno prostático específico (PSA), con una mejor comprensión de la estrategia de detección precoz (enfoque individualizado, no de salud pública) y la confirmación a largo plazo de la reducción de la mortalidad específica por CaP gracias a esta estrategia. Esta estrategia se basa en los antecedentes familiares, la prueba de PSA y el tacto rectal. Se han desarrollado numerosos marcadores moleculares, tanto en sangre como en orina, para superar las limitaciones de la prueba de PSA, sin traducción clínica por el momento. Los adelantos corresponden más bien al campo de las pruebas de imagen. La resonancia magnética (RM) previa a la biopsia se recomienda ahora porque, combinada con las biopsias dirigidas, mejora la detección de los CaP clínicamente significativos. El lugar de las biopsias sistemáticas, efectuadas esencialmente por vía transrectal, sigue siendo importante debido a las limitaciones aún presentes de la RM (disponibilidad, experiencia del radiólogo, falsos negativos).