La nutrición parenteral (NP) se utiliza para alimentar a los niños por vía venosa cuando el uso de la vía oral o enteral es insuficiente o imposible. Las indicaciones son la insuficiencia intestinal crónica o transitoria secundaria a patologías digestivas malformativas congénitas o adquiridas y la prematuridad. También se usa ampliamente en reanimación y en patologías oncohematológicas de forma temporal. En el niño, la NP debe cubrir las necesidades básicas y de crecimiento. Se han propuesto recomendaciones consensuadas (estadounidenses y europeas) para optimizar el enfoque terapéutico y el crecimiento. Asimismo, se han establecido normas para la prescripción, la transferencia de pedidos y la fabricación de soluciones de NP para maximizar el beneficio clínico y limitar el riesgo de efectos secundarios y errores de fabricación. Los progresos técnicos en la manipulación de los catéteres venosos centrales, combinados con la educación terapéutica y el uso generalizado de selladores antibacterianos, han aumentado su longevidad y reducido las complicaciones, principalmente la sepsis. La insuficiencia hepática asociada a la NP sigue siendo la complicación más preocupante. Ocurre en casos de insuficiencia intestinal grave asociada a NP prolongada. Se están elaborando recomendaciones para su prevención; la estimulación de las enzimas digestivas y el uso de emulsiones lipídicas para reducir la colestasis podrían tener efectos positivos. A largo plazo, la NP está involucrada en el crecimiento normal, con el tamaño final de los niños relacionado con la patología causal y no con el modo de nutrición. El retorno de los niños con insuficiencia intestinal crónica a la NP domiciliaria se ha convertido en algo casi sistemático y precoz (<3 meses) después de entrenar a la familia en la técnica, permitiendo una mejor integración en la vida familiar y escolar. La NP domiciliaria sigue siendo por el momento la mejor opción terapéutica en caso de insuficiencia intestinal benigna y permanente; su alternativa, el trasplante intestinal, se discute cuando la NP ya no es posible debido a sus complicaciones o a los riesgos vitales relacionados con la patología causal.