El tratamiento médico del hallux valgus está destinado a aquellos pacientes para los que la comodidad del calzado es tan importante como la estética de los dedos del pie. Su eficacia depende de la identificación del origen del trastorno. Así, no hay uno sino muchos hallux valgus sintomáticos. Gracias a la exploración física y a las pruebas de imagen, es posible precisar el diagnóstico etiológico: afección secundaria al roce o compresión de la 1.^a cabeza metatarsiana, bursitis, hidartrosis, subluxación, sesamoideopatía, tendinopatía, entesopatía, fractura por fatiga, osteonecrosis, infección, artritis metabólica o inflamatoria, dolor irradiado, etc. Las etiologías son múltiples y su identificación permite adaptar el tratamiento. En la mayoría de los casos, existe un tratamiento médico sintomático y etiológico eficaz. El primero de estos tratamientos, tanto curativo como preventivo, consiste en convencer al paciente, sobre todo a la paciente, de que adapte su calzado al ancho de su antepié. Es necesario desechar las ideas preconcebidas sobre los zapatos patológicos (punta fina, tacón alto, etc.) y, sobre todo, conocer las diferencias entre un zapato estándar del comercio y uno terapéutico de serie o hecho a medida. Los otros tratamientos médicos dependen de la etiología del trastorno: cuidados de enfermería en casos de ulceración, kinesiterapia para una tendinopatía o una insuficiencia funcional del 1.^er radio, pedicura en caso de hiperqueratosis, tratamiento farmacológico en caso de artritis, ortesis digital o plantar en algunos casos particulares (sesamoideopatía, dolor irradiado).