La interrelación de la pelvis con las estructuras supra y subyacentes es bien conocida. El cuerpo humano adapta sus segmentos para obtener el equilibrio más estable y económico posible tanto en el aspecto estático como en el dinámico. El estudio radiográfico permite analizar el equilibrio con apoyo en un plano frontal y sagital, pero no en el plano axial. El sistema EOS efectúa un barrido radiográfico de baja dosis de irradiación, en dos planos ortogonales, en bipedestación, de la cabeza a los pies. Así, brinda una imagen radiográfica en los planos frontal y sagital, pero también una reconstrucción en 3D de superficie y un cálculo de los parámetros de medida asociados. La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) se usan para buscar una causa o evaluar la repercusión de un trastorno postural. El estudio del plano frontal atañe en esencia a las basculaciones pélvicas, las escoliosis y las actitudes escolióticas. La escoliosis es un trastorno postural tridimensional con rotación de los cuerpos vertebrales. El interés de las pruebas de imagen es descartar una causa, evaluar la repercusión y seguir la evolución a efectos de adaptar mejor el tratamiento. La radiografía simple corre el riesgo de ser sustituida en los próximos años por el sistema EOS debido a su enfoque de superficie que, sobre todo, permite calcular el grado de rotación de las vértebras entre sí. Desde la década de 1980, se han descrito mediciones en el plano sagital, en especial la incidencia pélvica, que proporcionan datos sobre la anatomía de la pelvis. Estas mediciones resultan muy interesantes por ser la suma algebraica de las mediciones funcionales posicionales, que tienen una relación directa con la lordosis lumbar, la cifosis torácica y la extensión de la cadera. Permiten comprender el hecho de que morfotipos distintos desarrollan lesiones específicas.