La rectocolitis ulcerohemorrágica, junto con la enfermedad de Crohn y las colitis indeterminadas, pertenece al grupo de las enfermedades inflamatorias intestinales idiopáticas. Su tratamiento quirúrgico de referencia es la coloproctectomía total con anastomosis ileoanal, porque cumple el doble objetivo de curación (resección de toda la mucosa colorrectal) y de conservación esfinteriana. Varios estudios recientes señalan a la laparoscopia como la vía de acceso de elección en la actualidad, pues presenta las siguientes ventajas: disminución de la pérdida de sangre, reducción de la morbilidad postoperatoria, menor retraso de la reanudación del tránsito y de una alimentación normal, reducción de la duración de la hospitalización, conservación de la fertilidad postoperatoria y mejores resultados estéticos.