La traumatología del tobillo del niño y adolescente es esencialmente una patología deportiva. Se trata de una patología de la amortiguación que es el fracaso de un sistema anatómico y adaptativo. En la anatomía local se descubren los puntos de debilidad del tobillo del niño, que son los ligamentos y los cartílagos de crecimiento. El sistema adaptativo está representado por la conexión con los órganos sensoriales y la interfase calzado-suelo, que tiene su interés esencialmente en el deporte que estos niños practican intensamente, cada vez más jóvenes, con un calentamiento con frecuencia insuficiente y un material a veces no adecuado. El diagnóstico no plantea, de hecho, ningún problema, y la radiología estándar con sus incidencias oblicuas suele ser la mayor parte de las veces suficiente. La ecografía es el examen de referencia para el diagnóstico de una torsión del tobillo del niño y del adolescente. Es preciso no dudar en solicitar un examen tomográfico en los tres planos del espacio para obtener un diagnóstico preciso en el marco de una fractura articular. Además, permite definir las posibles vías de acceso de la cirugía. Los autores piensan que el atornillado o las agujas percutáneas deben permitir conseguir buenos resultados con una cirugía microinvasiva. Es necesario siempre respetar el cartílago de crecimiento para prevenir los riesgos de epifisiodesis y reducir perfectamente la superficie articular para evitar una artrosis a largo plazo. Por lo tanto, será preciso realizar el seguimiento del niño hasta el final del crecimiento para detectar una posible epifisiodesis que pueda dar lugar a un desequilibrio de longitud de los miembros inferiores y/o a una alteración del eje.