Las sinovitis por punción con cuerpo extraño, sean de origen vegetal o animal, constituyen una causa infrecuente de tenosinovitis o de monoartritis. Hay que pensar en el diagnóstico en caso de afectación aislada de las partes distales (manos, pies) y de las extremidades inferiores, en primer lugar de la rodilla y el tobillo, especialmente en los niños, o en caso de exposición ocupacional o por actividad recreativa (jardinero, submarinista en agua del mar). El diagnóstico puede ser difícil o establecerse con retraso, sobre todo si la punción ha pasado desapercibida o se ha olvidado. El diagnóstico de certeza se basa en la anatomía patológica, que pone de manifiesto una sinovitis granulomatosa y en la presencia de espinas. Las radiografías simples pueden mostrar la espina cuando es de origen animal, debido a su composición en calcio; la ecografía es útil porque puede revelar la presencia de un cuerpo extraño en forma de una imagen lineal hiperecogénica y orientar el diagnóstico. La resonancia magnética (RM) puede no sólo mostrar el objeto extraño, sino también evaluar la extensión de la sinovitis y guiar el tratamiento. El tratamiento se basa en la extirpación del cuerpo extraño y en una sinovectomía, a veces localizada, pero casi siempre completa, para evitar la recidiva. La sobreinfección bacteriana es infrecuente. El principal agente infeccioso que se identifica es Pantoea agglomerans.