La prostatectomía laparoscópica robótica representa en la actualidad la mayoría de las intervenciones de prostatectomía total en Francia. Desde su desarrollo a comienzos de la década de 2000, es una técnica segura, estandarizada y reproducible. Los datos oncológicos a largo plazo han permitido confirmar la seguridad oncológica, en comparación con la vía retropúbica, que era la vía de acceso de referencia histórica. Los resultados funcionales también se mantienen, e incluso se mejoran en algunos estudios, en particular en comparación con la vía laparoscópica pura. Los resultados funcionales respecto a la función eréctil y la rapidez de la reanudación de la continencia dependen en particular de la técnica de preservación de las bandeletas utilizada, que varía según el riesgo oncológico y de los deseos del paciente (disección extrafascial, intrafascial). Los principales beneficios son los de la cirugía mínimamente invasiva, con una mejora de los parámetros perioperatorios (pérdida de sangre, duración de la hospitalización complicaciones). Los avances técnicos siguen mejorando la ergonomía de los instrumentos y permitirán en el futuro integrar la planimetría preoperatoria, la integración de las pruebas de imagen y la automatización de algunos procedimientos quirúrgicos. El principal factor limitante para que los urólogos acaben por adoptar esta técnica es el coste de la intervención.