La literatura médica, en relación con los embarazos únicos obtenidos por fecundación in vitro (FIV) o por inyección intracitoplásmica de espermatozoide (ICSI), es unánime a la hora de denunciar un aumento de la prematuridad, de niños hipotróficos, de ingresos en los servicios de neonatología y de la mortalidad perinatal. Por otra parte, la literatura también es prácticamente unánime en subrayar que las propias características de la pareja infértil influyen en estos resultados desfavorables (mujeres de edad más avanzada y casi siempre primíparas) y en que resulta difícil precisar la parte de responsabilidad de los medicamentos utilizados para estimular la ovulación y la de las técnicas de reproducción asistida (RA). Por lo tanto, estos embarazos deben ser considerados como gestaciones de alto riesgo, aunque se trate de embarazos únicos. Las anomalías observadas después de la estimulación de la ovulación y de la inseminación intrauterina parecen ser las mismas. Los embarazos gemelares, en constante disminución por la reducción del número de embriones transferidos, plantean más problemas maternofetales que los embarazos únicos; aun así, las candidatas a la RA a menudo los siguen deseando. Paradójicamente, estos embarazos gemelares obtenidos por RA no parecen tener más riesgos que los embarazos gemelares espontáneos. Los estudios realizados hasta la fecha, tras considerar factores como la infertilidad o la edad parental, arrojan resultados contradictorios sobre un posible aumento del riesgo de malformaciones congénitas en niños concebidos por FIV o por ICSI. Parece que existe un incremento muy moderado de malformaciones congénitas. Después de realizar los ajustes necesarios sobre los factores de confusión, los datos relativos a la salud de los niños son tranquilizadores, con un desarrollo ponderoestatural, cognitivo y psicomotor equivalente al de niños concebidos espontáneamente. Las candidatas deberían ser informadas acerca de estas cuestiones, pero insistiendo en que la inmensa mayoría de los niños de la RA gozan de una buena salud tanto física como psíquica. Los embarazos obtenidos tras donación de ovocitos presentan una elevada morbilidad materna y han de ser consideradas como embarazos de muy alto riesgo.