Se considera que la obesidad es una enfermedad, elevada a la categoría de pandemia debido a su alcance mundial. Debido a la variedad de enfermedades asociadas a ella, a menudo se solicita o propone una intervención. Este tratamiento sigue basándose en la recuperación del equilibrio nutricional y el desarrollo de la actividad física, mientras que la cirugía bariátrica está experimentando un crecimiento significativo. Muchas veces, los efectos secundarios en el caso de la cirugía o el riesgo de fracaso en el caso de los regímenes tienen una probabilidad muy alta de producirse. Por esta razón, el fenómeno de la obesidad requiere un conocimiento de la ciencia, la nutrición y las ciencias humanas para comprender el problema, elegir los caminos correctos, evitar el fracaso y la recidiva agravada. En cuanto a la kinesiterapia, es interesante adquirir algunas nociones sobre los regímenes alimentarios, los principios del programa nutricional y el apoyo psicológico. La educación terapéutica puede ser objeto de una formación específica. El kinesiterapeuta también participa en el seguimiento con el objetivo de reanudar la actividad física. Es necesaria una evaluación sólida con pruebas funcionales de capacidad física, evaluación de la calidad de vida, actividad física practicada o no. Se presta atención a los músculos respiratorios, que están especialmente afectados por la obesidad y que pueden ser objeto de un entrenamiento de fuerza o resistencia con un equipo específico. Se mencionan métodos de entrenamiento más clásicos como el cicloergómetro, la caminadora o la gimnasia. La idoneidad de una intervención de kinesiterapia debe medirse y, en todos los casos, prepararse cuidadosamente.