El esqueleto del pie está compuesto por tres series de huesos: el tarso, constituido posteriormente por el astrágalo y el calcáneo y, delante, por el escafoides, el cuboides y los tres cuneiformes; el metatarso, formado por los cinco metatarsianos, y las falanges. Las incidencias radiológicas tienen por objetivo mostrar con claridad las articulaciones: astragalotibioperonea, subastragalina, transversa del tarso y tarsometatarsiana. La tomografía computarizada permite ver mejor estas estructuras óseas, cuya intrincación hace difícil su análisis. Los ligamentos astragalotibioperoneos se visualizan mejor mediante ecografía o artrotomografía computarizada. Hay dos fascículos mediales (profundo y superficial) y tres fascículos laterales (anterior, medio y posterior). Los tendones y los músculos del pie pueden explorarse con ecografía y resonancia magnética. Se identifican: el grupo anterior de los extensores (tibial anterior, extensor largo del dedo gordo, extensor largo de los dedos); el grupo medial de los flexores (tibial posterior, flexor largo de los dedos, flexor largo del dedo gordo), y el grupo lateral, formado por los dos peroneos.