La mejoría a largo plazo de la permeabilidad de las revascularizaciones infrainguinales representa una de las dificultades de la cirugía vascular. Pasado el primer mes postoperatorio, cuando las complicaciones están relacionadas sobre todo con la técnica o con la indicación quirúrgica, aparecen las complicaciones más tardías, debidas a la aparición de estenosis sobre la derivación o a la agravación de las lesiones arteriales distales que provocan la trombosis de la derivación. No todas estas trombosis se acompañan de una recidiva de la sintomatología, pero muchas de ellas requieren una reintervención cuyos resultados suelen ser mediocres. La detección de estas complicaciones tardías mediante ecografía Doppler es, sin duda, el método ideal para mejorar la permeabilidad de estas derivaciones y permite el tratamiento preventivo de las complicaciones evolutivas. Si tras la trombosis de la derivación el estado clínico y hemodinámico del paciente justifican una reintervención, el primer tiempo quirúrgico consiste en restablecer la permeabilidad de la derivación por trombectomía o trombólisis, con el fin de objetivar la causa de la trombosis, que a continuación podrá tratarse de forma específica.