Las relaciones entre enfermedades osteoarticulares y manifestaciones psicológicas y psiquiátricas son complejas e implican diversos tipos de fenómenos. Los acontecimientos estresantes de la vida y las características psicológicas de cada cual pueden favorecer la aparición y el mantenimiento de algunas afecciones. Las enfermedades crónicas se acompañan habitualmente de reacciones psicológicas, pero pueden tener verdaderas complicaciones en el plano psiquiátrico. Por último, algunos trastornos reumatológicos plantean problemas diagnósticos y terapéuticos. En particular, la artritis reumatoide es un modelo «clásico» de enfermedad psicosomática, cuya aparición y evolución pueden depender de factores psicológicos y de acontecimientos de la vida. El dolor constituye el motivo principal de consulta en reumatología y, dado que es un fenómeno subjetivo, constituye un buen ejemplo de intrincación psicosomática. Por otra parte, aún se discuten la especificad clínica de la fibromialgia y su vínculo con los trastornos psiquiátricos. Los diversos trastornos mencionados ilustran las dificultades con las que puede enfrentarse el médico y muestran claramente la importancia de un enfoque global del paciente. Las relaciones de dichos trastornos con las manifestaciones psicológicas se tratan desde el punto de vista de la comorbilidad, la comprensión psicosomática y las recomendaciones en cuanto a la actitud terapéutica.