Las anomalías congénitas del pulgar representan más del 11% de todas las anomalías congénitas de la mano. Aunque las sindactilias de los dedos largos son las más comunes, las duplicaciones del pulgar ocupan el segundo puesto. La función del pulgar es fundamental para la función global de la mano y se calcula que representa alrededor del 40% de la función total. Ante una anomalía congénita, en primer lugar hay que reconocer y caracterizar el defecto lo mejor posible, así como buscar una posible malformación acompañante. En segundo término, es esencial evaluar a los padres y explicar los aspectos de la rehabilitación y de la cirugía debido a la gran repercusión psicológica que provocan las malformaciones de la mano. Por último, así como algunas afecciones son benignas, otras son más graves y su tratamiento consistirá en un término medio entre la función del pulgar (prensión fuerte y delicada) y el resultado estético.