Este capítulo abarca las urgencias neonatales relacionadas con las anomalías congénitas y las debidas a trastornos adquiridos, que pueden manifestarse más tarde. El diagnóstico prenatal de numerosas malformaciones con o sin posibilidad de solución quirúrgica influye sobre el transcurso del embarazo. La decisión de interrumpirlo depende a veces de la calidad de las informaciones obtenidas. En todos los demás casos, cuanto mejor se conozca la anomalía del niño que va a nacer, mejor se orientará a los padres en las etapas del tratamiento. Asimismo, el centro especializado que atiende a la pareja y al niño debe informar al pediatra sobre la anomalía y sus modalidades terapéuticas. Sin embargo, aparte de los casos diagnosticables durante el período prenatal, pueden presentarse verdaderas urgencias quirúrgicas a diario en la consulta. Hay que saber reconocerlas para informar y aconsejar a los padres para proceder del modo más adecuado.