El diagnóstico más frecuente de anomalía de la unión pieloureteral en el niño es la detección de una dilatación pielocalicial durante una ecografía prenatal. La mayor parte de las pieloplastias por resección-anastomosis de la unión pieloureteral se efectúan en el lactante, para el que la vía lumbar posterior resulta muy adecuada. Aunque el drenaje urinario sería una medida de seguridad, no existe unanimidad acerca de su indicación ni de su tipo (nefrostomía simple o por sonda doble J). La anastomosis ureterocalicial es una técnica que debe conocerse, pues está indicada en algunas reintervenciones quirúrgicas, sobre todo en los casos que cursan con una dilatación pielocalicial acentuada. La videocirugía por lumboscopia podría resultar útil, sobre todo en los niños de mayor edad. La endopielotomía ofrece resultados interesantes en caso de estenosis postoperatoria.