Aunque el tratamiento de la artritis reumatoide se ha beneficiado de diversos avances a lo largo de los últimos años, la capacidad funcional de los pacientes disminuye en este reumatismo inflamatorio cuando existe afectación del pie o del tobillo. Los nuevos tratamientos inmunológicos han dado pruebas de su eficacia, aunque hay que tener presentes sus riesgos, sus contraindicaciones y su coste. La resonancia magnética permite ante todo observar las partes blandas, describiéndose diferentes estadios lesionales; la inyección de gadolinio durante el procedimiento ayuda a la valoración de las lesiones. La tomografía computarizada estudia sobre todo el hueso cortical. La ecografía puede ser útil, pero sus resultados y sus indicaciones tienen que precisarse mejor. Los trabajos recientes han subrayado el interés de las ortesis plantares y de un calzado adecuado, presentándose algunas nociones sobre la conducta que debe observarse en función de las lesiones. Diversos factores intervienen en la indicación de la prótesis de tobillo, cada vez más utilizada en la artritis reumatoide.