La deformación de los dedos laterales del pie es un impedimento para el ajuste del pie al calzado y para la marcha, con independencia de su etiología. El desequilibrio muscular crea la deformación. Un mejor conocimiento de la anatomía permite una óptima comprensión de su génesis y facilita el tratamiento podológico y quirúrgico. La anamnesis es fundamental. Los cuidados de pedicura son paliativos, pero a corto plazo; la educación terapéutica del paciente y los consejos sobre el calzado completan el tratamiento preventivo. La ortoplastia de corrección trata la deformación flexible, combinada con kinesiterapia y autorrehabilitación; la ortesis plantar estabiliza el pie desde el punto de vista dinámico y corrige los trastornos estáticos asociados. La cirugía da buenos resultados en la deformación, tanto si es flexible como si es fija; las técnicas a cielo abierto compiten cada vez más con las técnicas mínimamente invasivas o percutáneas, que son intervenciones tendinosas y óseas progresivas menos agresivas cuando el cirujano las domina bien. Una consulta en binomio (cirujano y podólogo) es interesante en el tratamiento de la deformación de los dedos del pie.