La anorexia y la pérdida de peso son síntomas comunes en geriatría, con graves consecuencias en términos de morbimortalidad y de pronóstico funcional. Las causas más frecuentes son las etiologías oncológicas, los trastornos gastrointestinales benignos, los trastornos psiquiátricos y las enfermedades neurocognitivas. Sin embargo, muchos factores geriátricos predisponen a este riesgo y deben ser investigados. Para ello, la «regla de las 9D» ofrece una visión exhaustiva y rápida de estos factores: drugs (fármacos), depresión, demencia, disfagia, disgeusia, dentición, disfunción (discapacidades funcionales), disease (enfermedades agudas o crónicas), diarrea. Se requiere una exploración física rigurosa para tratar de identificar la etiología. Algunas pruebas complementarias, guiados por la exploración física, pueden ayudar en el diagnóstico. Sin embargo, en el 25% de los casos no se encuentra la etiología. El tratamiento consiste en tratar la causa, al tiempo que se implementa el soporte nutricional adecuado. También es esencial una evaluación geriátrica global para poner de manifiesto todos los factores que predisponen a la anorexia o a la pérdida de peso con el fin de proponer medidas de apoyo multimodales.