La asociación de cirugía y quimioterapia a base de sales de platino ocupa un importante lugar en el tratamiento de los cánceres de ovario. Los principales avances terapéuticos de los últimos años se han centrado en las estrategias terapéuticas de mantenimiento en los cánceres de estadio avanzado. El uso de los inhibidores de las poli-ADP-ribosa polimerasas (PARP) y del bevacizumab de mantenimiento desde la primera línea terapéutica responde a una estrategia de individualización del tratamiento que ha mejorado el pronóstico de las pacientes candidatas a estos fármacos. Por lo tanto, los inhibidores de las PARP se han convertido en imprescindibles en caso de déficit de recombinación homóloga y en particular en presencia de mutación de BRCA. Sin embargo, en la población sin déficit de recombinación homóloga, la indicación de los inhibidores de las PARP, especialmente en relación con el bevacizumab, queda por especificar. Los retos actuales están dirigidos hacia la valoración de la quimiosensibilidad tumoral primaria y la identificación de los mecanismos de resistencia a los tratamientos para evitarlos mediante asociaciones terapéuticas innovadoras, sin olvidar el tratamiento de las pacientes con tumores resistentes o refractarios a las sales de platino.