En Francia, la ostomaterapia existe desde hace 30 años: en 2004, la Association Française d'Entérostoma-Thérapeutes publicó unas guías de buenas prácticas en ostomaterapia. Permite a todo cuidador asegurar la calidad de sus atenciones. Los cuidados de las personas portadoras de ileostomía o colostomía, definitiva o temporal, comienzan por una información preoperatoria clara y precisa, ofrecida por el cirujano y completada por el personal de enfermería enterostomaterapeuta. El día antes de la intervención, el cirujano y/o el personal de enfermería localizan el lugar de la futura ostomía sobre el abdomen del paciente. El apoyo psicológico comienza antes de la intervención y se continúa el tiempo necesario para cada individuo. Después de la intervención, se adecuará el material que se va a utilizar según el tipo de ostomía (colostomía transversa, sigmoidostomía, ileostomía); según el momento del postoperatorio (precoz o tardío); según la naturaleza y el volumen de las heces (líquidas o sólidas). A estos criterios se añaden los deseos del paciente, que puede expresar su preferencia entre los distintos modelos y técnicas existentes. Se enseñan los cuidados necesarios al nuevo ostomizado, para que pueda recuperar su autonomía: cuidados y gestión del material; enemas cólicos en caso de sigmoidostomía; descartar complicaciones postoperatorias y problemas cutáneos. El personal enterostomaterapeuta (que asegura la calidad de los cuidados) y las asociaciones de ostomizados (por su experiencia y sus vivencias) tienen un papel complementario que ayudará en la rehabilitación de los nuevos operados.