Parotidectomías - 28/05/14
Resumen |
Toda parotidectomía debe considerarse a la vez desde el punto de vista oncológico y estético.
La incisión se debe ajustar a tres principios fundamentales: exponer correctamente toda la región parotídea, poder convertirse si es preciso en una incisión de vaciamiento ganglionar cervical y dejar las mínimas secuelas estéticas.
El tronco del nervio facial, cuya disección representa el tiempo fundamental de la intervención, constituye la bisectriz del ángulo que forman el borde anterior de la punta de la mastoides y el borde inferior del hueso timpanal. Emerge desde la profundidad y aparece algunos milímetros por encima del borde superior del vientre posterior del digástrico y aproximadamente a 1cm por debajo del borde inferior del hueso timpanal y del «pointer» (puntero) cartilaginoso.
La ablación del lóbulo superficial se efectúa desde atrás hacia adelante, siguiendo una por una las ramas de división nerviosa, y comenzando siempre por el lado opuesto al tumor.
De manera esquemática, la exéresis del lóbulo profundo comprende: el control del pedículo carotídeo externo y de sus ramas, la liberación completa del tronco del nervio facial y de sus ramas del parénquima subyacente y la exéresis glandular propiamente dicha. Dentro de las complicaciones inmediatas destaca la parálisis facial, y entre las tardías, el síndrome de Frey.
El texto completo de este artículo está disponible en PDF.Palabras clave : Parótida, Nervio facial, Síndrome de Frey, Parotidectomía superficial, Parotidectomía profunda
Esquema
Bienvenido a EM-consulte, la referencia de los profesionales de la salud.
El acceso al texto completo de este artículo requiere una suscripción.
¿Ya suscrito a este tratado ?