El dolor en los miembros inferiores es un motivo frecuente de consulta. Se trata en una primera etapa, tanto para el médico de familia como para el especialista hospitalario, de distinguir principalmente una afectación ósea, articular, periarticular, neurológica o vascular y, en una segunda etapa, de establecer un diagnóstico etiológico. La primera etapa es fundamentalmente clínica. La segunda etapa requiere con mucha frecuencia la realización de pruebas complementarias, en particular radiológicas y de laboratorio. Estas pruebas complementarias deben solicitarse de forma lógica y razonada, tras un estudio clínico completo que ofrezca hipótesis diagnósticas. El proceso difiere en función de que se trate de un dolor del miembro inferior en su conjunto o de un dolor segmentario.