La consulta pediátrica previa a un viaje tiene como objetivos evaluar la probabilidad de los riesgos sanitarios relacionados con el estado de salud del niño y con el entorno extraño, así como proporcionar los medios para prevenir o reducir estos riesgos. Se basa en la exploración física y en una anamnesis detallada de los antecedentes personales y de los lugares de estancia. Es necesario contar con conocimientos actualizados de la epidemiología de las regiones del viaje, de las medidas y de los tratamientos preventivos o empíricos de las enfermedades que puedan aparecer durante el viaje. Las recomendaciones sanitarias indispensables engloban, en caso de exposición, la prevención del paludismo y de algunas enfermedades infecciosas transmitidas por vectores o prevenidas mediante vacunación (con independencia del destino), así como la prevención de la diarrea, de las situaciones de riesgo de accidente y de la agravación de una posible enfermedad crónica. Los consejos universales de prevención primaria son válidos para cualquier viajero con independencia de su edad, insistiendo especialmente en los niños en lo referente a la higiene alimentaria, hídrica (lactancia materna, biberón), corporal y de la ropa, en la protección solar y contra el calor, en la vigilancia durante los baños, así como en las medidas de seguridad durante los transportes. La evaluación y la educación sanitaria requieren tiempo y, en ocasiones, varias consultas para completar el calendario vacunal antes del viaje.