La pitiriasis liquenoide, antes conocida como parapsoriasis en «gotas», constituye un conjunto de dermatosis inflamatorias que reúne, por un lado, una forma crónica o pitiriasis liquenoide crónica y, por otro, una forma aguda o pitiriasis liquenoide y varioliforme aguda, con varias formas intermedias. Desde el punto de vista clínico, la pitiriasis liquenoide crónica se manifiesta por una erupción de elementos papuloescamosos, que evoluciona por episodios y remisiones durante varios meses. En la forma aguda, se observan lesiones necróticas que en su evolución dejan una cicatriz varioliforme. La fisiopatología es desconocida. El diagnóstico se basa en el cuadro clínico así como en la histología y en el estudio inmunohistoquímico. El principal diagnóstico diferencial es la papulosis linfomatoide, por sus similitudes clínicas y, a veces, histológicas. Son varias las modalidades terapéuticas disponibles, aunque serían necesarios grandes estudios aleatorizados. El tratamiento de primera línea recurre a los antibióticos, esencialmente a las ciclinas, asociados a dermocorticoides o tacrolimús tópico. Como segunda opción, se propone la PUVAterapia o la fototerapia con ultravioletas B. La corticoterapia oral y el metotrexato se reservan para las formas graves y recidivantes.