El cáncer de ovario es la quinta causa más frecuente de muerte por cáncer en la mujer. Su descubrimiento se realiza en un estadio avanzado y la recidiva es, por desgracia, frecuente (cerca del 70% de los casos). El tratamiento inicial y en las recidivas se basa esencialmente en la quimioterapia y la cirugía, pero según modalidades diferentes. La repetición de la quimioterapia es sistemática en caso de recidiva, mientras que la adición de la cirugía sólo mejora la supervivencia sin recidiva si la resección es completa. La indicación quirúrgica sólo debe plantearse en las pacientes sin enfermedades concurrentes que presenten una recidiva accesible a un tratamiento quirúrgico completo. Los avances de las terapias dirigidas, sobre todo de los antipoli(adenosina difosfato [ADP]-ribosa) polimerasa (PARP), parecen ser el futuro del tratamiento de los cánceres de ovario.