El déficit androgénico ligado a la edad se define por la aparición de signos de hipogonadismo asociados a una disminución de los andrógenos circulantes. Este caso particular de síndrome de déficit de testosterona se debe al envejecimiento del sistema endocrino. Es de aparición insidiosa y tiene un impacto sobre la calidad de vida del paciente, al alterar las funciones sexuales, metabólicas, neurológicas y cognitivas, así como musculoesqueléticas. Su detección es necesaria en el individuo anciano que presenta una disfunción progresiva de estos sistemas, para evitar una fractura patológica o un accidente cardiovascular que pueda alterar el curso normal del envejecimiento del paciente. Su tratamiento se basa en la suplementación androgénica, después de haber descartado las etiologías reversibles de hipogonadismo y una vez verificada la ausencia de poliglobulia, cáncer prostático o mamario evolutivo.